domingo, 8 de mayo de 2011

llego16diastarde


Se despertó en medio de una mañana tormentosa, tenía jaqueca todavía. Su cama olía a perfume barato y sus labios sabían a alcohol de garrafon. Se dio la vuelta y como siempre su amanecer era solitario, aquel arrugado billete de 50 euros sobre la mesita y dos condones usados; suspiro y se mantuvo mirando el billete un rato más.

Se acerco a coger este, comprovo que era verdadero y en un ataque de ansiedad entre lagrimas y temblores lo rompió en tantos trozos como pudo tirándolo a una papelera llena de miles de trozos de billetes calcinados.

Se levantó medio desnuda, dejando ver un cuerpo esquelético y sudado fruto de sus affaire nocturnos y se dirigió a un gran espejo en aquel pequeño y sucio apartamento de la zona antigua del lugar; se miro y empezó a peinar aquella sucia melena rubia pensando en como malgastaba su tiempo en las noches de verbena.

No entendía porque accedía a prostituirse, a vender su amor en una noche y a levantarse todos los días sola y con ese sentimiento de suicidio a flor de piel.

Cuando sus padres murieron en aquel accidente, ella quedo sola, en aquel pequeño apartamento y sin medio alguno de subsistencia, menos una pequeña cuenta de ahorro que poco le daría para poder sobrevivir.

Sola y embriagada de ira y tristeza, salía cada noche, día tras día, buscando ese hombre que le diese lo que ella un día perdió y que juntos dejasen atrás la soledad sórdida que ella llevaba de apellido.

Lloraba, día, noche, tarde y mediodía, se sentía sola, sucia, todos los animales de los que se enamoraba se iban a la mañana siguiente y ya no les volvía a ver, cada uno le hacía temblar y pensaba que era él, pero no.

Por eso decidió cobrar todos esos desengaños, toda esa puta mierda que le traían cada uno que pasaba por su cama. Ella no era puta, cobraba por que le follarsen con el único propósito de que se arruinasen, de que perdieren todo aquello que tenían y que no valoraban, ella quemaba su sucio dinero y escupía en sus carteras cada vez que podía, los arañaba, los insultaba, puro sexo duro, pero ellos la sonreían y se iban.

Tomo la botella de aguardiente de su cómoda, salió al balcón medio desnuda, y tras bajarse media botella grito: SOIS VOSOTROS PUTOS ANIMALES LOS QUE MALGASTÁIS EL DINERO EN VEZ DE PAGAR CON AMOR A VUESTROS ÁNGELES.

La policía pico a su puerta y paso dos días en calabozos por escándalo publico.

Algunos pensaran que es una puta perra loca, pero ella es una heroína, ella es el precio de la ruina de esos animales que pagan por sexo, y no por amor, su único propósito en la vida.

buclesinsalida

J.